Desde hace unos años, los implantes dentales se han extendido como una solución protésica para sustituir los dientes ausentes o que, por diversas causas, hemos perdido –caries, enfermedades periodontales, traumatismos, etc.–. Por medio de una intervención, el implante se coloca dentro del maxilar o de la mandíbula y se adhiere firmemente al hueso por un proceso denominado osteointegración.
Tras superar la fase postoperatoria y la colocación de la prótesis implantosoportada, el implante se integra en la cavidad bucal como un diente más y puede perdurar toda la vida. Sin embargo, al contrario de lo que se pueda pensar, el cuidado de los implantes debe ser igual o incluso mayor que el de los dientes naturales. Aunque no se padecerán problemas como la caries, hay determinadas enfermedades o infecciones que pueden debilitar el hueso y afectar al implante, por lo que el cuidado y la salud bucal son imprescindibles.
El cepillado sigue siendo una pieza clave, utilizando para ello cepillos específicos, tanto manuales como eléctricos. Con ellos se evitará la formación de placa y cálculo y se prevendrá la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, provocadas por biofilms situados en la mucosa alrededor del implante. La periimplantitis puede llegar a causar incluso la pérdida del hueso que los circunda.
La higiene bucal se debe complementar con el uso de cepillos interproximales, sedas, cintas dentales o irrigadores bucales, los cuales nos ayudarán a limpiar los espacios entre dientes e implantes. Si se eligen colutorios que unan la acción de la clorhexidina con la del cloruro de cetilpiridino, se obtienen aún mejores resultados.
Fuentes:
SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración)
ABC Salud. “No te olvides de tus implantes dentales; también deben cuidarse”
BBC. “¿Qué pasa si no se cuidan los implantes dentales como se debe?”
Dentaid.es