Es posible que en multitud de ocasiones hayáis oído hablar de las carillas dentales, pero ¿sabéis realmente qué son y cuál es su función? Pues bien, la colocación de carillas dentales en los pacientes está incluida en la rama odontológica de la estética dental.
Las carillas, también conocidas cómo fundas dentales, son unas láminas que se colocan en la parte externa de los dientes y que tienen como finalidad corregir problemas estéticos como fracturas, caries o bien decoloraciones, dotando al diente de un aspecto natural. Es por ese motivo que es uno de los tratamientos estéticos más demandados.
Debemos tener en cuenta, en todo caso, que al tratarse de un tratamiento estético no sirve para solucionar ningún problema bucodental y antes de iniciar un tratamiento se deben solucionar los posibles problemas que pueda tener el paciente.
¿Qué tipos de carillas dentales existen?
Existen dos tipos de carillas: las de cerámica o porcelana y las de composite.
- Las carillas de cerámica son unas láminas de porcelana que se colocan en la parte exterior del diente y se caracterizan por ser de mayor calidad, más duraderas y más resistentes. Tienen un precio más elevado que las de composite ya que son las que tienen un aspecto más natural, además de preservar el color y el brillo durante un período de tiempo superior. Este tipo de carillas se fabrican en el laboratorio y se requieren varias sesiones para su colocación.
- Las carillas de composite están formadas por un tipo de resina estética, un producto muy parecido al que se utiliza para realizar empastes dentales, es por ese motivo que tienen un precio más asequible. Se suelen utilizar cuando se tratan modificaciones leves ya sea para corregir posibles alteraciones de la forma, color o tamaño de los dientes. Por el contrario, tienen una calidad menor que las de cerámica y pueden pigmentarse o perder el color con mayor facilidad. Este tipo de carillas, al realizarse directamente sobre el diente, se pueden colocar en una sola sesión en la que no es necesario tallar el diente para su colocación.
Ventajas e inconvenientes de las carillas dentales
Ventajas
La principal ventaja que presentan es su gran potencial estético en cuanto a la corrección de la forma de los dientes y en la coloración de los mismos. Permiten disimular cualquier irregularidad, manchas o pigmentación. También se caracterizan por ofrecer una gran resistencia comparable a la del propio esmalte dental. La longevidad del tratamiento puede llegar a los 15 años si se cuidan adecuadamente.
Inconvenientes
En un principio las carillas dentales son aptas para cualquier tipo de paciente. Aún y así hay ciertos casos en los que no es muy recomendable:
- Cuando existen apiñamientos severos la colocación de las carillas puede ser contraproducente ya que es probable que la carilla no quede bien o que haya dificultades para implantarla.
- Otro caso similar sería el de los pacientes bruxistas, ya que podrían estropearlas en poco tiempo.
¿Cómo se colocan las carillas dentales?
Las carillas dentales de porcelana, tal y como hemos comentado con anterioridad, requieren más de una sesión para su colocación, habitualmente tres.
- Durante la primera sesión el paciente explica qué busca mejorar con el tratamiento y de manera conjunta con el odontólogo concretan el mejor procedimiento a seguir. Es en esta visita en la que se concretan detalles como el color y forma del diente.
- En la segunda sesión se procede a preparar los dientes sobre los cuales se va a aplicar el tratamiento. En el caso de las carillas de porcelana, es la visita en la que se hace el tallado dental. El tallado dental es una técnica que consiste en ir reduciendo paulatinamente la superficie de los dientes con herramientas específicas de limado. Es un procedimiento obligatorio para la colocación de las carillas de porcelana. Durante este proceso los dientes reducen entre 0,5 y 0,7 mm su grosor y se hace de este modo para compensar el grosor de las propias carillas.
Es en este momento, en el que el odontólogo toma medidas de la boca del paciente mediante moldes y algunas fotografías que posteriormente mandará al laboratorio para que puedan construir cada carilla de forma que encaje perfectamente con la boca del paciente.
Una vez finalizado el tallado es normal que el paciente note una reducción del tamaño de los dientes y espacios entre los mismos, pero no hay motivo para alarmarse, es totalmente normal.
Habitualmente se colocan unas carillas de composite provisionales, que sirven para mantener la estética de la boca hasta la colocación de las carillas de porcelana definitivas.
- En la tercera sesión es cuando finalmente se colocan las carillas definitivas al paciente. Éstas se fijan de forma permanente gracias a una resina especial por lo que una vez colocadas el paciente puede hacer vida normal y ¡disfrutar de sonrisa nueva!