Bien es sabido que el consumo frecuente de bebidas alcohólicas tiene consecuencias delicadas para tu organismo. Tanto desde el punto de vista meramente físico como también desde la óptica psicológica.
Normalmente, al hablar de los problemas ocasionados por el alcohol en lo primero que pensamos es en los posibles daños que involucran el hígado, el páncreas y otra serie de órganos.
Sin embargo, también deberíamos pensar en la salud dental, ya que resulta bastante afectada ante el consumo constante de licor. En este artículo, nos enfocaremos especialmente en las distintas formas en que el alcohol puede dañar tus dientes.
Cambios en el pH
El principal efecto del consumo de bebidas etílicas es el cambio del pH natural de la cavidad bucal. Esta alteración genera varias afecciones para la salud bucal en general, pero la principal y más notable consecuencia es el desgaste del esmalte dental.
Lo normal es que el pH de la boca se encuentre en valores de entre 6.6 y 7.6, pero estos se alteran frente al alcohol etílico. Se reducen por debajo de los 4,5. Con un balance tan bajo, aumenta significativamente el riesgo de presentar caries o erosión.
Por último, en casos más extremos, en que los valores de pH estén demasiado bajos, corres el riesgo de una desmineralización dental.
Erosión dental
El posible efecto más notorio de un consumo excesivo de licor es la erosión dental. Consiste en la pérdida del esmalte de los dientes a propósito de agentes ácidos que entran en contacto con la dentadura.
Cuando el esmalte dental se desgasta, la dentina queda expuesta. Esto genera sensibilidad al calor y al frío, además de dolor al comer o beber productos ácidos. Las sensaciones se deben a que el nervio es más sensible al exterior.
Visualmente, la erosión se muestra como huecos en los dientes. Cuando la dentina está expuesta, podrás notar que su color es más amarillento que el tono natural de las piezas dentales.
Caries
Son las destrucciones de los tejidos de los dientes. Se producen por la presencia de bacterias causadas por los hábitos alimenticios y mala higiene bucal.
Aunque generalmente se asocia la aparición de la caries con el consumo de dulces, en realidad, muchos otros alimentos y bebidas también contribuyen a su aparición. De hecho, las bebidas alcohólicas son una de las principales causantes de caries.
Por lo tanto, si consumes alcohol con frecuencia, lo más recomendable es que asistas al odontólogo con regularidad para realizarte limpiezas dentales.
Desmineralización dental
Se entiende como el proceso de pérdida progresiva de los minerales que comprenden toda la estructura de los dientes.
Como consecuencia de este proceso, los dientes se vuelven mucho más débiles, quedando expuestos a todo tipo de agentes externos que causan daños.
Problemas en la saliva
Además de los efectos negativos que ya hemos mencionado, el consumo de bebidas alcohólicas causa otras afecciones bucales no relacionadas con los dientes.
La alteración de los valores de pH oral genera otras complicaciones bucales como la afectación de la saliva. Esta, normalmente, cumple la importante función de facilitar la masticación, la deglución e incluso el habla.
En estos casos, puedes presentar dificultades para masticar y tragar. Así como para hablar correctamente como efecto de una extrema resequedad.
Mal aliento
El consumo de bebidas alcohólicas también produce el tan temido mal aliento como consecuencia de una gran cantidad de bacterias en la boca.
Cuando esas bacterias causadas por el licor entran en contacto con lo que comemos, de inmediato descomponen los alimentos. A la vez, se prolifera una serie de compuestos sulfurosos causantes del mal olor.
Alcohol e implantes dentales
Estas bebidas etílicas no solo afectan los dientes naturales, también dañan los implantes dentales. Cuando el alcohol entra en contacto con estructuras dentales artificiales, promueve su desgaste.
Pero, lo más peligroso es que al contacto del alcohol con las prótesis dentales, pueden liberarse sustancias tóxicas que ocasionan problemas hepáticos y hemorragias.
Relación con las bebidas carbonatadas
Muchas veces se combinan las bebidas etílicas con otras sustancias como jugos y bebidas carbonatas. Esto presupone un mayor riesgo para tus dientes, ya que a los efectos del alcohol se le suman los de la bebida carbonatada.
Por su elevado contenido de azúcar, estas resultan particularmente dañinas para la dentadura.
Recomendaciones
Después de todos los efectos dañinos del alcohol que te hemos mencionado, deberías eliminar su consumo. No solo por los perjuicios sobre tu salud bucal, sino sobre toda la salud en general.
A continuación, listamos algunos consejos que debes aplicar para cuidar de tus piezas dentales:
- Disminuye las bebidas alcohólicas tanto en cantidad como en frecuencia.
- Después de beber alcohol cepilla tus dientes y usa hilo dental, aunque no hayas consumido alimentos.
- No te cepilles de inmediato sino un rato después. Cepillarte cuando tu boca se encuentra llena de ácidos puede resultar contraproducente.
- Mientras bebes alcohol, toma agua con frecuencia.
- También puedes mascar chicle sin azúcar para que te ayude a remover el azúcar y el ácido de la bebida alcohólica, además de favorecer la producción de saliva.
Finalmente, acude al dentista para que haga los diagnósticos apropiados.